miércoles, 6 de agosto de 2014

UN BESO SACA A OTRO BESO



Los besos desconocidos –que dejaron de serlo después de haberlos besado- fueron suficientes para que al día siguiente, aquella boca que sufría con besos dolientes, esos que le aquejaban desde hace tiempo, sintiera haberlos perdido. Buscó desesperada en cada rincón de su cuerpo, en su cabeza, en su pecho, luego en sus diarios, en las cartas de amor recibidas.
El dolor de esos besos por los que sufría se había ido. Los otros besos también.


Escrito por Alicia Ayora Talavera

1 comentario: