lunes, 2 de marzo de 2015

DAMASIDAD Y CABALLEROSIDAD ES ASUNTO DE BUENOS MODALES Y NO ASUNTO DE EQUIDAD DE GÉNERO




Padre y madre hicieron su mejor esfuerzo por inculcarme buenos modales, esos que invitan a quien esté junto a mí a sentirse cómodo.

En mi concepto no entra lo femenino ni lo refinado (imposible cumplir con esos requisitos, ahí les falló y lo agradezco, me dejaron ser yo).

Mi damasidad es con hombres y mujeres. Abro puertas, jalo sillas, pregunto que quiere beber cuando vamos a cenar, regalo flores, quito los zapatos, sobo pies, dejo pasar de primera, ayudo a bajar un escalón, pago la cuenta, beso mano, cambio la llanta ponchada, doy un lugar en el camión si le toca ir parado, declaro mi amor.

Que hagan todo eso por mí no me minimiza, al contrario, me enaltece: depende desde donde lo vea yo y por supuesto el caballero. Que hagan todo esto por mi, no me quita el poder que tengo sobre mis decisiones, sobre mi vida y eso muchos caballeros lo saben cuando demuestran su caballerosidad. 





Escrito por Alicia Ayora Talavera 

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